Por:
José Félix Lafaurie Rivera*
@jflafaurie
Los ganaderos exigimos respeto luego de medio siglo de ignominia en nuestra contra.
Logramos superar un pasado marcado por las agresiones de todos los actores
armados pero, ahora, afrontamos un presente cargado de imputaciones que, desde
la izquierda retardataria, vuelven a poner en peligro nuestra integridad física
y moral. Ni Fedegán ni los ganaderos cohonestamos la criminalidad, ni
prohijamos el despojo de la tierra como asegura, otra vez, León Valencia en sus
declaraciones a El Heraldo, a propósito del reciente acto de restitución de
tierras en Chivolo. Ya está bueno. Reclamamos un trato que responda con los
derechos de miles de hombres y mujeres honestos y reprobamos la casería de
brujas, que busca sembrar otra noche de terror en el campo.
Es fácil señalar desde las ciudades, porque la guerra se libra en el sector
rural y es allí donde se ponen los muertos y se sufre la peor de las
violencias: la pobreza. Y es que los señalamientos en contra de los ganaderos
nos ponen, otra vez, en la mira de esa otra guerra silenciosa que ahora se
libra desde los medios de comunicación y los juzgados. Pero, además, sus
epítetos no han reparado en el peligroso e insostenible clima de venganza que
están alimentando en la periferia.
Me pregunto ¿por qué algunos actores, que han jugado durante 20 o 30 años con
el país y se precian de conformar una izquierda que se dice democrática,
vuelven a avivar los antagonismos y las fracturas sociales? ¿Por qué los
ganaderos volvemos a estar en el centro de sus odios y ánimos vindicativos?
¿Hasta cuándo van a respetar la reputación de los productores rurales?
¿Qué hay detrás de los intereses que buscan inclinar al gobierno en direcciones
erráticas?
Aunque entendemos que la izquierda nos ha perseguido históricamente, primero
con el fusil y, luego, desde las páginas editoriales y su influencia en el
poder judicial, no comprendemos sus motivaciones. El asesinato de José Raimundo
Sojo y el atentado contra Jorge Visbal, su exilio y los recientes
cuestionamientos judiciales, son parte de esa historia de represalias, de
victimarios criminalizando a las víctimas. Es el poder funesto del
narcoterrorismo, infiltrado en nuestras instituciones para elodar la honra de
personas de bien, cuyo único pecado ha sido no comulgar con radicalismos y
defender los intereses legítimos de los ganaderos.
Los estigmas que vinculan a los ganaderos con la supuesta “para-economía” o los
escuadrones anti-restitución, cuando no de ser “guerreristas” u “opositores de
oficio del gobierno”, han cobrado la vida 5.000 ganaderos, de acuerdo con la
edición revisada del libro ‘Acabar con el Olvido’ que lanzará la Fundación
Colombia Ganadera, Fundagán. Razón demás, para rechazar las acusaciones
temerarias y las mentiras difundidas por León Valencia y otros tantos que
siguen su camino, a quienes hacemos públicamente responsables de los peligros
que ellas entrañen para los ganaderos.
No
estamos dispuestos a permitir que se repita la historia, sin levantar nuestras
voces tantas veces como sea necesario. No vamos a ser indiferentes a la
persecusión, adobada ahora, con una “violencia mediática”, más radical y
extremista en sus objetivos y efectos. Cerramos filas contra quienes buscan
poner de nuevo a los ganaderos como carne de cañón.
Fedegán, como gremio cúpula de la ganadería colombiana, no modificará su
actuación. Mantendrá una posición constructiva frente al Gobierno en propósitos
comunes. Pero conservará su independencia crítica, respetuosa y también
civilista, para cumplir con la misión de defender de los intereses de los
ganaderos. Esperamos la receptividad también constructiva del Estado y del Gobierno
Nacional, con la confianza de que compartimos el lema de que “la paz y la
prosperidad de Colombia pasan por la recuperación del campo”.
*Presidente Ejecutivo de Fedegán
Aunque no he sido ganadero, si vi como en Santander, amigos mios tuvieron que abandonar sus tierras y su ganado para salvar sus vidas, y las de su familia,por amenazas de la guerrilla, teniendo que reubicarse en otras zonas del pais y cambiar de actividad con la limitante economica por haberlo perdido todo.Que facil es para ese grupo de izquierdistas,ex-guerrilleros, amigos de los terroristas, sentarse frente a un computador y atacar en forma vil y malevola a empresarios, politicos, gerentes, ganaderos, industriales. Los colombianos que queremos la democracia, el progreso, la seguridad, pedimos y exigimos respeto a nuestros ideales y convicciones.
ResponderEliminarporque no acusan por difamación a Leon Valencia?Mientras lo dejen que hable por hablar, no presente pruebas, como lo hacia Petro en las acusaciones al presidente Uribe, es que creen que les tienen miedo y continúan en las mismas.Una cosa es que acusen con pruebas y otra cosa que difamen, o es que Leon Valencia tiene algún fuero?
ResponderEliminarAhora son victimas? pienso que ya el sol es muy grande para que lo traten de tapar con un dedo..!
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