lunes, 6 de diciembre de 2010

Alianza para el desarrollo

En el pasado Congreso Nacional Ganadero celebramos que el Gobierno haya llevado al centro de atención de la política pública al sector rural, y refrendado el compromiso de mantener la seguridad y el desarrollo rural. Pero celebramos más el clima de receptividad y entendimiento con que fueron recibidas las propuestas del gremio.

Puntual y concreto, el Presidente Santos, revisó cada una de las propuestas planteadas y fue dándoles respuesta, al igual que hicieron los ministros de Agricultura, Comercio Exterior y el de Transporte, con la aceptación de las propuestas. La verdad es que existe total sintonía entre las tesis que hemos planteado en Fedegán con lo señalado en el Plan de Desarrollo 2010-2014.

“Más empleo, menos pobreza y más seguridad” –los axiomas que rigen el Plan–, es una apuesta para disminuir la brecha y la desigualdad entre las regiones y entre los colombianos, que responde, colateralmente, a los retos que impone a nivel mundial la seguridad alimentaria, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental.

De ahí que la tarea inmediata es trabajar de la mano con el Gobierno para concertar una agenda conjunta que nos lleve a darle operatividad a esos acuerdos, apostándole a la solución de esos retos, porque tenemos unas condiciones geográficas que lo permiten. Así también lo ven entidades como la FAO, que ha señalado que Colombia hace parte del reducido grupo de países que podría proveer alimentos. Piénsese no más que el hato bovino mundial se concentrará en un 80% entre los trópicos de Cáncer y Capricornio, precisamente donde está ubicado nuestro país.

La tarea que debemos realizar con el Gobierno nos debe permitir elevar, en forma rápida y contundente, la competitividad del sector agropecuario, desanclarlo de la serie de obstáculos que no le permiten crecer, y rodearlo con las necesarias medidas para sacarlo de la crisis originada en las condiciones climatológicas extremas de sequia e invierno y que se han traducido en verdaderos desastres.

Hoy todo el sector agropecuario –y más concretamente el pecuario bovino– atraviesa por una crisis originada en dos factores: Uno, en los altos costos de producción y bajos precios de la leche cruda y del ganado en pie, en un escenario de gran incertidumbre frente a los mercados; y dos, en la informalidad de las cadenas cárnica y láctea.

Por eso vamos a trabajar en la creación de instrumentos transparentes y por el tiempo que requiera la recuperación de la infraestructura pública y privada de producción y otras medidas para ir ganando en competitividad, como las relacionadas con la energía eléctrica, la reconstrucción y mantenimiento de la red terciaria, la implantación de un sistema nacional de garantías, la utilización del catastro como factor de ordenamiento territorial y productivo, y la ampliación de la cobertura de conectividad y TIC al sector rural.

Pero no todo es tarea que resulte de la alianza gobierno sector privado. A mediano plazo se imponen dos paradigmas que además de orientar la política pública ganadera, deben convertirse en el referente cotidiano del ganadero y de todos los eslabones de las dos cadenas: la Formalización y la Transformación Productiva. Es indudablemente una alianza para el desarrollo en la que ganaremos todos los colombianos.


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