viernes, 25 de abril de 2014

Las Cuentas claras de FEDEGÁN



La ganadería no es solamente la actividad económica de mayor presencia en el campo y una verdadera cultura en algunas regiones.
La ganadería no es solamente la actividad económica de mayor presencia en el campo y una verdadera cultura en algunas regiones. Su historia es la de la construcción de civilidad en las inmensas extensiones rurales del país durante más de cinco siglos desde la llegada de los primeros bovinos en el siglo XVI. Su historia es también la del olvido secular del campo y la de una victimización sin tregua durante los últimos sesenta años.

Y en medio de esa verdadera epopeya los ganaderos construyeron a pulso una institucionalidad que se consolidó hace cincuenta años en FEDEGÁN, y hace veinte años logró el instrumento valioso de la parafiscalidad, que ha sido manejado desde entonces con eficacia y transparencia, como patrimonio invaluable de los ganaderos colombianos. 

Es esta una gestión que ha venido siendo atacada y que, por lo tanto, defenderemos con firmeza y con el argumento de los resultados. Por ello saludamos la apertura de espacios para someter nuestra gestión al escrutinio del Ministerio de Agricultura, de la Contraloría General de la República, de la Procuraduría General de la Nación y de la Oficina de Transparencia de la Presidencia de la República, con miras a la renovación del contrato de administración del Fondo Nacional del Ganado.

En esta nueva etapa -reitero- nos acompañan nuestros resultados, que son el mejor argumento en defensa de la parafiscalidad ganadera. Ahí están para el examen de la comunidad ganadera y de la opinión, porque Fedegán ha sido una casa de puertas y ventanas abiertas, dispuesta al emprendimiento de grandes retos como el ya superado de la erradicación de la fiebre aftosa, de la mano siempre del Ministerio de Agricultura y del ICA como autoridad sanitaria, o el que hoy nos hemos impuesto de una ganadería productiva y rentable pero también respetuosa del medio ambiente, en el cual encontramos el apoyo del Banco Mundial y del Gobierno del Reino Unido, que han examinado con rigor la representatividad de Fedegán, su capacidad de gestión y su transparencia, antes de entregarnos sus recursos para tan trascendental cometido.

Durante varios años de fructífera alianza estratégica con el SENA -que esperamos renovar-, más de 70 mil ganaderos en todo el país se beneficiaron con programas de capacitación y transferencia de tecnología, a través del manejo eficiente y pulcro de los recursos, sometido a exigentes interventorías financieras y de gestión. 

Son esos resultados, entre muchos otros, y es la confianza puesta en Fedegán por tan reconocidos socios estratégicos, con el Ministerio de Agricultura a la cabeza, lo que nos acompaña en esta nueva etapa. Por eso saludamos la actitud del ministro, Lizarralde, de querer escucharnos, y esperamos que se concrete su compromiso de crear una Mesa de Trabajo a partir del informe final de la Contraloría sobre los resultados de la Auditoría Externa de la empresa BDO AUDIT S.A., el cual ya se produjo, desestimando la mayoría de sus hallazgos.

Saludamos también el interés de la Oficina de Transparencia de la Presidencia de la República, por aclarar dudas de cara a la renovación del contrato con Fedegán, y recibimos positivamente la respuesta de la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública, de conformar la Mesa de Trabajo para aclarar las dudas expresadas por el Secretario de Transparencia.

A esa mesa nos sentaremos con la actitud de transparencia y colaboración de siempre, no solo para dejar atrás la etapa superada de una campaña de desprestigio en contra de la Federación, sino para poner sobre esa misma mesa las cuentas claras de Fedegán, además de nuestros logros y nuestros propósitos de futuro en beneficio de la ganadería colombiana.


lunes, 21 de abril de 2014

¡El exministro Juan Camilo!

Por: José Félix Lafaurie Rivera*
@jflafaurie

El exministro Juan Camilo Restrepo abandonó la sensatez y el buen juicio. Es la única explicación a sus declaraciones salidas de tono y que faltan a la verdad. Trafica con argumentos que no aguantan el escrutinio, en un intento por ceñir con impudor, una aureola moral que no le queda. Vuelve a decepcionar a los productores rurales, al Partido Conservador, a los gremios agropecuarios y al mismo Gobierno Santos que dice defender. Sin mediar en la ruina del campo –que él contribuyó a profundizar– o a quién conduzca a la picota pública, defiende la inexistente política rural, el inconcluso acuerdo agrario de La Habana y se hace cruces por un arreglo burocrático que él mismo avaló e impuso a su sucesor en la cartera agropecuaria.

El país rural no aguanta más desaciertos. Menos viniendo de quien estuvo al frente del MinAgricultura por 3 largos años, sin mayor gestión para mostrar a no ser a favor de las demandas de las Farc en Cuba. Olvida que su salida del gabinete se produjo en plena agitación de los paros agropecuarios. Una bomba social que se activó –y permanece amenazante– mientras ingentes recursos eran destinados exclusivamente a la ineficiente política de restitución de tierras, aunque los males estructurales del campo permanecieran sin atender. Pero así como no arrancaron las vías, ni las normas sanitarias, ni los ajustes en precios, ni contra el contrabando, tampoco hay mucho para mostrar en materia de tierras.

Da pena desmentir al Dr. Restrepo, pero ahí están las cifras oficiales. A marzo se habían proferido 372 sentencias de restitución, que involucraban 21.103 hectáreas a favor de 927 víctimas. Aunque de las 21.103 has. restituidas 60% corresponde a baldíos, es decir a procesos de formalización para poseedores y ocupantes. En consecuencia y siendo indulgentes, sólo 0,7% de las has. y 0,25% de las solicitudes han sido atendidas, cuyas reclamaciones expirarán en 2021. Pero no son los únicos indicadores del fracaso. Apenas se han registrado 54.064 víctimas, un hecho asociado a la inseguridad que ya ronda más 67 asesinatos. Con lo cual, un 85% de los reclamantes permanece invisible y de los casos registrados sólo 30% ha sido microfocalizado para ejecutar la restitución. ¿Cómo sacar pecho con un evidente fracaso?

Más aún, el exministro se ufana de haber acompañado el acuerdo agrario de La Habana y se burla de quienes llamamos la atención sobre el veneno del “informe conjunto”, sus conexiones con los temas posteriormente abordados y las “salvedades puntuales” que serían “reexaminadas” antes del acuerdo final, según informaron las 2 partes. Si “nada es para la guerrilla” y “todo es para la población campesina”, como sostiene el exministro, ¿dónde están las 150 mil has. que asegura se confiscaron al “Mono Jojoy” y por qué no se han restituido? ¿O las más de 800 mil despojadas por las FARC de acuerdo a la Unidad de Tierras adscrita al Ministerio? Pero además ¿quiénes están negociando las Zonas de Reserva Campesina? ¿Por qué las Farc han influido directamente para constituirlas, incluso con infiltrados en el Incoder?

¿Acaso no tenemos derecho a disentir de un acuerdo con un grupo narcoterrorista, que propone al menos 14 mecanismos para afectar la propiedad rural? Son figuras que incluyen razones de “explotación antieconómica”, “tierras improductivas y ociosas”, que “incumplan la función social” o las “normas ambientales”. Categorías que en un país sin tierras pueden dar para todo, incluso para una reforma confiscatoria y expropiatoria y para hacer demagogia en plena campaña electoral. El exministro Restrepo ya dio muestras y en la pataleta echó al agua a sus condiscípulos del Partido Conservador, para enlodar un acuerdo burocrático pactado con el Gobierno y avalado por él antes de salir de la Cartera de Agricultura. Señor exministro, tuvo una oportunidad y hoy paga el costo político. No vuelva para sembrar vientos y recoger tempestades. El país rural se lo agradecerá.

*Presidente Ejecutivo de Fedegán

viernes, 11 de abril de 2014

Las víctimas en campaña



José Félix Lafaurie Rivera
@jflafaurie

En Colombia no podía faltar el día de las víctimas. La Ley 1448 de 2011 estableció que el 9 de abril de cada año se “… consagre a la memoria y solidaridad con las víctimas”. Pero en este país de leyes, quizás por tal exceso, paradójicamente los colombianos no les paran muchas bolas, comenzando por el Congreso mismo, que aprobó la de marras, pero en los dos años anteriores le ha dado la espalda a este día, o mejor, a las víctimas, pues las ha citado por cumplir a su imponente recinto…, pero las ha dejado hablando solas, no las ha escuchado.

En esta ocasión el presidente del Congreso, el senador Cristo, ahora conocido como el "padre" de la Ley de Víctimas, se quiso asegurar de que no volviera a suceder tan bochornoso espectáculo de apatía parlamentaria, no solo porque su Ley hace agua y hay que meterle medios, sino porque estamos en campaña electoral, y las víctimas, como los pobres, los enfermos y los campesinos, mueven emociones, aunque sea cada cuatro años, que bien manejadas se pueden convertir en voto de opinión, esa enorme bolsa donde el Gobierno quiere esculcar, preocupado por su imposibilidad de ganar en primera vuelta y por su debilidad en una segunda.

Por eso la amonestación a sus colegas, con amenaza de descuento incluida; por eso la opacidad en la convocatoria, que no la hubo pública y nunca se conocieron los criterios de selección de los invitados. Había que asegurarse de que quienes asistieran no desentonaran y quienes pudieran hablar desentonarán aún menos. Tenía que ser una fiesta. Por eso la música bien popular en el acartonado recinto del Congreso, con la consigna traída de los cabellos de que “Nuestra música le camina a la paz”. Habrá que preguntarle a “Jorge Villafañe y los Pesados de Colombia” si realmente le caminan a la paz, o cuánto cobraron por hora a los organizadores de la fiesta.

La Fundación Colombia Ganadera – FUNDAGÁN, cuenta con un Observatorio de DD.HH. y DIH., y con un Programa de Acompañamiento a las Víctimas Ganaderas – PAVIC, que ha atendido a cerca de 9.000 ganaderos en la reivindicación de sus derechos en el marco de la Ley.FUNDAGÁN presentó en 2009 un informe con 3.293 víctimas de secuestro y/o asesinato, sin que haya habido manifestación alguna de las autoridades. Y en 2013, un segundo informe relacionó más de 6.000 ganaderos que se reconocen como víctimas de diversos delitos.FUNDAGÁN también hace parte de la Mesa Nacional de Víctimas, el espacio que la Ley previó para el enlace y concertación con las organizaciones de víctimas.

La Fundación Colombia Ganadera intentó comunicarse con la Secretaría del Senado para informarse sobre la Agenda y la forma de participar, pero allí no daban información alguna. Un poco sobre el humo, porque nos quedamos esperando la convocatoria, le escribí una carta al Senador Cristo, expresándole nuestro interés de asistir y participar, pero no tuve respuesta.
 Nos queda la amarga sensación de que en el país hay víctimas de primera y de segunda; víctimas que se dejan abrazar y víctimas que incomodan; víctimas que se pueden invitar y otras que no, como en las fiestas. De hecho, la Ley de Cristo -la del Senador- dejó por fuera de la reparación efectiva a miles de víctimas ganaderas, pues durante las décadas de los sesenta y setenta, las Farc tuvieron el protagonismo exclusivo de la violencia rural, con los ganaderos como su principal objetivo militar.

Las víctimas no están en campaña. Las víctimas, como la paz, están siendo utilizadas para hacer campaña.

viernes, 4 de abril de 2014

Las mentiras de La Verdad

José Félix Lafaurie Rivera
@jflafaurie

“Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad”, Platón. Parece como si el filósofo, desde los rincones de la historia, les mandara un mensaje a las Farc, a propósito de su exigencia de crear la Comisión de la Verdad, pues lo primero que deberían hacer para exigirla es poner su verdad sobre la mesa. Pero mientras Santrich exigía la tal Comisión, su compadre Catatumbo declaraba, sin vergüenza alguna, que “La comisión negociadora de las Farc reconoce su responsabilidad parcial en la muerte y desplazamiento de varias familias durante el conflicto armado” y que “sin duda, también ha habido crudeza y dolor provocados desde nuestras filas". A eso reducen el desangre que le han causado al país durante medio siglo.

Es la estrategia mentirosa que han aplicado a lo largo de las negociaciones. No pusieron sobre la mesa la lista de sus despojos para atreverse a hacer propuestas sobre el tema de la tierra; ni las rutas del narcotráfico y sus contactos mafiosos, para tener un mínimo de legitimidad que les permita hablar con el Gobierno de política antidrogas. Guardan silencio sobre la macabra lista de reclutamiento y prostitución de menores, y sigue oculta la verdad sobre miles de secuestros y asesinatos.

En este caso, como siempre, no se trata de una propuesta sino de una exigencia, que además es inmediata, es decir, no como resultado después de la firma de acuerdos finales, como la acepta el Gobierno, sino como condición e insumo para la discusión del tema de víctimas; otra estrategia para dilatar por años la negociación. Por eso Santrich se pregunta: “¿Cómo pueden establecerse responsabilidades, o cómo puede abordar la mesa el tema de víctimas (…), si no se establece cómo se dieron los hechos?”

A las Farc no les importan las víctimas, sino lo que ellos llaman “el esclarecimiento del origen del conflicto y su verdad histórica” y además exigen que ese esclarecimiento se remonte a la violencia política de mediados de siglo pasado.  ¿Para qué? Para sacar todo su desueto arsenal ideológico y exculparse de todos sus crímenes, echándole toda la culpa al Estado y a la sociedad. 

En el comunicado lo dicen con claridad, con una lista que incluye a “…los partidos y círculos políticos hegemónicos, las asociaciones de terratenientes, los gremios, la gran industria, los bananeros, ganaderos, banqueros y otros actores poderosos, que (…) también han sido victimarios; al igual que las empresas que poseen los medios de comunicación social”.

Y por supuesto, en su pertinaz rechazo a nuestras instituciones, no aceptarán someterse a la justicia, sino a un juez externo, ajeno al Estado colombiano, al que consideran, simplemente, un victimario más. Según ellos, en todas las experiencias de Comisiones de Verdad y justicia transicional, “las autoridades imputadas o responsables por acción o por omisión, no tuvieron a su cargo el juzgamiento de su contraparte”.

Esta es la verdad detrás de la exigencia de verdad de las Farc. No reconocerán ni repararán a sus víctimas. No reconocerán delitos ni aceptarán ser juzgados. No quieren integrarse a nuestra sociedad sino imponernos la suya. Y el Gobierno les está haciendo el juego.

Mientras tanto, la sociedad civil trabaja en la verdad como una forma de reparación y fundamento de la justicia. La Fundación Colombia Ganadera-Fundagan, en 2009, presentó un informe con los nombres de 3.293 víctimas de secuestro y/o asesinato, sin que haya habido manifestación alguna de las autoridades. En 2013, un segundo informe reseñó ya cerca de 9.000 ganaderos que se reconocen como víctimas de diversos delitos. Un aporte a la verdad sin mentiras de Platón, la verdad de carne y hueso, la verdad de las víctimas.